El océano Antártico se vuelve más salado: alerta climática desde el extremo sur

Ecología y Medio ambiente 07/07/2025RedacciónRedacción
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Hielo marino | Foto de Universidad de Southampton

El océano que rodea la Antártida está cambiando de forma preocupante. Un equipo internacional de investigadores ha detectado un aumento repentino en la salinidad de su superficie, una transformación inesperada que podría tener consecuencias globales en el sistema climático. Este hallazgo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, alerta sobre un nuevo círculo vicioso en el que el calentamiento, el deshielo y la salinidad se retroalimentan mutuamente.

Un giro inesperado: más sal y menos hielo

Durante décadas, la superficie del océano Antártico se había vuelto más fría y menos salada, lo que favorecía la expansión del hielo marino. Sin embargo, desde 2015 esa tendencia se ha revertido bruscamente. Los científicos señalan que la Antártida ha perdido una extensión de hielo equivalente al tamaño de Groenlandia, un cambio ambiental sin precedentes.

El estudio, que cuenta con participación española desde el Instituto de Ciencias del Mar (CSIC) y Albavalor, revela que la superficie marina al sur de los 50° de latitud se está volviendo más salada, según datos satelitales europeos y observaciones de robots oceánicos autónomos. Este fenómeno reduce la estratificación del agua —la separación entre capas frías y cálidas— y permite que el calor de las profundidades ascienda, derritiendo el hielo desde abajo.

Un ciclo de retroalimentación peligrosa

Como explica Alessandro Silvano, investigador de la Universidad de Southampton, “el agua superficial más salada facilita el ascenso del calor desde las profundidades, lo que provoca más deshielo, y ese deshielo amplifica la salinidad”. Esta dinámica genera un bucle climático autodestructivo que está debilitando rápidamente la cubierta helada y alterando la circulación oceánica.

Uno de los síntomas más dramáticos de este proceso es el resurgimiento de la polinia Maud Rise: una enorme abertura en el hielo marino en el mar de Weddell, de casi cuatro veces el tamaño de Gales, que no se había visto desde los años 70.

Impactos planetarios

La transformación del océano Antártico no es un fenómeno aislado. Sus efectos ya se sienten en todo el planeta: tormentas más intensas, alteraciones en la temperatura marina, y una amenaza directa a especies emblemáticas como los pingüinos, cuyos hábitats se reducen.

Además, el retroceso del hielo marino —un potente reflector solar— incrementa la absorción de radiación en el océano, lo que acelera el calentamiento global. Las proyecciones anteriores anticipaban una mayor estabilidad en la cobertura helada, pero los datos actuales contradicen esas previsiones.

Ciencia en tiempo real

Gracias a tecnologías satelitales avanzadas y dispositivos flotantes capaces de explorar la columna de agua, los investigadores pueden ahora monitorear estos procesos en tiempo real. Es la primera vez que se observa con tanta precisión la evolución de la salinidad y la estratificación en las aguas polares, lo que permite generar modelos más ajustados para predecir el comportamiento del clima.

En suma, el aumento de salinidad en el océano Antártico representa un cambio estructural en el equilibrio climático global. Un fenómeno que no solo pone en riesgo los ecosistemas polares, sino que acelera los procesos de calentamiento planetario de forma silenciosa pero implacable. ¿Deberíamos empezar a mirar al sur como un termómetro de nuestro futuro común?

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