Desastres naturales: un coste global de 2,3 billones que exige inversión urgente en resiliencia

Hoy se celebra el Dia Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres

Ecología y Medio ambiente 13/10/2025RedacciónRedacción
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Zona inundada al norte de Haití tras un episodio de varios días con lluvias | Foto de ONU Logan Abassi

Cada 13 de octubre, el mundo conmemora el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, una jornada impulsada por Naciones Unidas desde 1989 para fomentar la conciencia global sobre los riesgos naturales y promover estrategias de prevención. En 2025, esta fecha cobra especial relevancia ante una realidad alarmante: los desastres naturales generan un coste económico real que supera los 2,3 billones de dólares anuales, según datos de la ONU.

Desastres más frecuentes, más destructivos

Inundaciones, sequías, terremotos, ciclones, erupciones volcánicas y olas de calor son cada vez más frecuentes y devastadores. Aunque los costes directos ascienden a unos 202.000 millones de dólares al año, el impacto indirecto —que incluye daños a infraestructuras, pérdida de productividad, desplazamientos forzados y retrocesos en el desarrollo— multiplica esa cifra por once.

El secretario general de la ONU, António Guterres, advierte que “la crisis climática está acelerando la multiplicación de desastres, borrando en segundos décadas de progreso”. Y lo más preocupante: la financiación para prevenir estos impactos sigue siendo peligrosamente baja. Solo el 2% de la ayuda al desarrollo y menos del 1% de los presupuestos gubernamentales se destinan a la reducción del riesgo de desastres.

Invertir en resiliencia: una urgencia económica

El lema de la ONU para este año es claro: “Financiar la resiliencia, no los desastres”. Cada dólar invertido en infraestructuras resilientes en países en desarrollo puede ahorrar hasta cuatro dólares en pérdidas futuras. Es decir, la prevención no solo salva vidas, también ahorra dinero.

Kamal Kishore, jefe de la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), señala que tanto países ricos como pobres están enfrentando fenómenos de mayor magnitud. Esto no solo se debe al cambio climático, sino también a inversiones urbanas que ignoran los riesgos, aumentando la exposición de personas y activos.

Datos que no se pueden ignorar

  • El número de personas expuestas a inundaciones pasó de 28,1 millones en 1970 a 35,1 millones en 2020, un aumento del 24,9%.
  • Las sequías afectaron a más de 1.500 millones de personas entre 2008 y 2017, con pérdidas de 125.000 millones de dólares.
  • Los ciclones tropicales generan pérdidas anuales de 119.500 millones de dólares.
  • En Centroamérica, cumplir con normas sísmicas podría ahorrar 1.100 millones de dólares al año.

Estos datos reflejan que los desastres naturales no son eventos aislados, sino una amenaza estructural para la economía global y el desarrollo sostenible.

¿Y España? ¿Y Málaga?

Aunque los datos globales son impactantes, ciudades como Málaga también enfrentan riesgos crecientes. El litoral mediterráneo es vulnerable a inundaciones costeras, olas de calor extremas y estrés hídrico, fenómenos que ya han afectado la infraestructura urbana y el turismo. La expansión urbana hacia zonas inundables y la falta de planificación resiliente podrían aumentar los costes locales si no se actúa con urgencia.

Invertir en infraestructura verde, sistemas de alerta temprana y planificación urbana sostenible es clave para que Málaga y otras ciudades españolas no se vean atrapadas en el ciclo de desastre-deuda-crisis humanitaria que la ONU advierte.

Romper el ciclo destructivo

La ONU insiste: una inversión más inteligente puede revertir el ciclo destructivo de desastres, deuda e inseguridad. Integrar la resiliencia en cada decisión pública y privada no es solo una estrategia ambiental, sino una necesidad económica.

Los desastres naturales ya no son excepciones. Son parte de una nueva normalidad que exige acción coordinada, inversión sostenida y conciencia colectiva. El coste de no actuar es demasiado alto —y sigue creciendo.

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