



Ciudad de Nueva York - David Andersson
En la tercera asamblea del Foro Humanista Mundial , el 19 de julio, Antonio Carvallo propuso la creación de una nueva mesa de trabajo sobre el tema del Desarrollo Personal . Durante su presentación, algo me llamó la atención. Comentó que, durante más de 5000 años, la humanidad ha dedicado casi toda su energía a comprender y desarrollar el mundo exterior, descuidando su propio desarrollo interno como seres humanos.
Aquí estamos hoy, con asombrosas capacidades tecnológicas, científicas, intelectuales y sociales. Podemos dividir átomos, mapear genomas y comunicarnos instantáneamente con todo el planeta. Sin embargo, en comparación, nuestra comprensión de cómo funcionamos internamente como seres humanos sigue siendo dolorosamente limitada. Con demasiada frecuencia, los seres humanos todavía son tratados como herramientas, valorados principalmente por su capacidad de producir y consumir.
Pregúntale a un adolescente qué planea hacer con su vida, y la pregunta suele interpretarse como: ¿Qué trabajo tendrás? La vida se convierte en sinónimo de trabajo. Estudias para trabajar, trabajas la mayor parte de tu vida y finalmente te jubilas, a menudo exhausto y desilusionado. La plenitud está ligada al éxito profesional, incluso en una sociedad disfuncional o un entorno laboral tóxico.
Mientras tanto, las estadísticas de salud mental en la sociedad occidental apuntan a una crisis profunda y creciente:
- En 2022, alrededor de 59,3 millones de adultos estadounidenses (≈23,1 %) experimentaron algún tipo de enfermedad mental .
- En 2022, 15,4 millones de adultos (6%) padecieron una enfermedad mental grave .
- En 2022, los CDC informaron 49.449 muertes por suicidio en los Estados Unidos, un aumento de aproximadamente el 3 % con respecto a las 48.183de 2021, lo que marca un récord.
¿No es ésta una expresión dramática de un conflicto interno no resuelto?
¿Por qué se ha infravalorado tanto el desarrollo interno? Casi parece una conspiración global en su contra. La mayoría de las religiones comienzan con una experiencia interna, pero con el tiempo se vuelven cada vez más extrovertidas: colocan a Dios en el cielo, se centran en rituales externos y se obsesionan con la comida o las reglas. Ideologías políticas como el marxismo a menudo no exploran el papel de la violencia, el miedo y el significado en cómo nos organizamos. Incluso en la industria moderna de la "autoayuda", el crecimiento personal suele enmarcarse como una forma de "optimizar el rendimiento" dentro de las mismas estructuras deshumanizantes que causan sufrimiento.
Pregúntale a alguien: "¿Cómo lidias con el miedo?". A la mayoría le costará responder. Las personas carecen de herramientas internas ni lenguaje para afrontar y transformar su miedo. El miedo se convierte en una herramienta que el sistema utiliza para controlar la vida cotidiana: tememos ser despedidos, no tener suficiente dinero, no ser amados, ser "demasiado" o "insuficiente".
¿Por qué hay tanta gente agotada? ¿Qué sabemos realmente de nuestra energía interna: cómo cultivarla, renovarla y dirigirla? Estas son preguntas fundamentales para nuestra supervivencia y evolución, y sin embargo, la sociedad rara vez las aborda.
Seamos claros: no proponemos el desarrollo personal solo para que las personas puedan desenvolverse mejor en este sistema deshumanizado. El verdadero desarrollo personal consiste en cambiar por completo el enfoque de nuestras vidas. Nada significativo puede transformarse en el mundo hasta que interioricemos el conocimiento de lo que significa ser humano, reconozcamos que la vida tiene sentido más allá del trabajo y el consumo, y nos liberemos de la ilusión del miedo.
La paz no es la ausencia de guerra. Es un estado interior del ser.
Imaginen lo que significaría para 8 mil millones de personas emprender un camino de autoconocimiento, aprender a superar el dolor y el sufrimiento, y ver el dinero no como un fin en sí mismo, sino como una herramienta para humanizar la Tierra. Imaginen si el autoconocimiento se abordara como un músico toca un instrumento: con disciplina, cuidado y pasión.
La educación debe evolucionar. Debe arraigarse en el desarrollo integral del ser humano. Reconciliarse con uno mismo debería ser el primer paso. El mundo que anhelamos debe primero arraigarse en nosotros mismos; solo entonces podremos cocrearlo con los demás.

David Andersson
es escritor y humanista radicado en Nueva York. Se centra en temas de justicia global, conciencia colectiva y transformación no violenta. Codirige la Agencia de Prensa Internacional Pressenza y es autor de The White-West: A Look in the Mirror, una colección de artículos de opinión que examinan las dinámicas de la identidad occidental y su impacto global. CounterPunch, denikreferendum.cz, Mobilized News, Countercurrents, LA Progressive y Dissident Voice han publicado su obra reciente. Muchos de sus artículos se han traducido a más de cinco idiomas.
Vía: Pressenza




Trump amenaza a España con doblar los aranceles por rechazar el aumento al 5% del gasto militar. “Nos lo devolverán en aranceles porque no voy a dejar que eso ocurra”

De las 150 multas que suman unos 1.000 millones de euros, la CNMC no ha recibido ni un euro. El poder del Ibex35 con todas sus armas legales impide el cobro

Ahora Trump está labrando -con la sangre de los pueblos del mundo- su tercer asalto al Premio Nobel de la Paz, con su dictadura mundial


Pedro Sánchez, las claves de comunicación y expresión ante una crisis en la que pide perdón a la ciudadanía











