



Durante muchos años, ha sido un comentario bastante habitual. Son muchos los que dicen que en zonas de costa la salud mental se veía más comprometida debido a los cambios de viento y a las condiciones de las mareas. Pero, ¿hay algo de verdad?
Según se extra de las últimas cifras conocidas por regiones, es cierto que en muchas zonas de costa la demanda de servicios psicológicos tiende a ser más alta en comparación con otras regiones, especialmente durante ciertas épocas del año. La demanda de psicólogo en Algeciras supera, por ejemplo, las de zonas interiores. Pero las razones son otras.
¿Qué hace que haya más demanda en costa?
1. Alta concentración de población flotante y turística
Durante la temporada alta (verano, vacaciones), las zonas costeras experimentan un gran aumento de población temporal. Muchas personas, tanto residentes como trabajadores temporales (hostelería, turismo, servicios), pueden atravesar situaciones de estrés, ansiedad o cambios de rutina que impactan en su salud mental y de ahí la búsqueda de ayuda para disponer de herramientas que palíen la situación.
“Entre las causas más habituales que encontramos cuando piden consulta están los problemas de adaptación o soledad en el caso de trabajadores estacionales que vienen de otras regiones o países, crisis personales que van aflorando al bajar el ritmo en el periodo vacacional o incluso conflictos familiares que estallan en contexto de vacaciones” explican desde Garo Psicología.
La afluencia de residentes extranjeros o personas mayores a estos entornos en busca de la tranquilidad y el clima puede también conllevar soledad, incluso época de duelos por pérdidas o los problemas más ligados al envejecimiento, siendo una alternativa saludable el contar con una terapia a medida.
¿Cuáles son otras condiciones de la costa que puede llevar a necesitar asistencia?
En primer lugar, hay que contar con el entorno estacional y los negocios que afloran con la llegada del gran turismo, pero que luego rebajan sus necesidades el resto del año. Esto supone una gran inestabilidad laboral para un buen número de personas, aislándose del contacto en muchos casos cuando baja toda la afluencia de visitantes, lo que también eleva la presión económica al disminuir los ingresos.
A esto se suma también el llamado trastorno afectivo estacional por el exceso de calor y luz solar prolongada, que lleva a muchos a estar irritados e incluso sufrir insomnio.
También hay un factor primordial. Zonas como la Costa del Sol, la Costa Brava o las Islas Baleares o Canarias cuentan con un nivel socioeconómico alto y con una presencia extranjera estable que está, además, familiarizada por cultura con el autocuidado y la terapia psicológica.






El 40% de las mujeres no se enfrentan a la maternidad antes de los 38 años


Más de 1.400 estudiantes andaluces participan en esta iniciativa audiovisual, que este año ha puesto el foco en las enfermedades del sistema nervioso con motivo del Año Cajal











